lunes, 11 de mayo de 2015

Canibalismo sexual


El canibalismo sexual ha sido estudiado de manera científica a partir de las expediciones y teorías de Charles Darwin, hace menos de 200 años. Este inusual comportamiento ha podido ser observado en diferentes especies, sucediendo de forma mas significativa en especies del género Mantis y en la clase Arachnida – como la Latrodectus mactans (viuda negra), Lycosa tarantula (tarántula) o miembros del orden Scorpiones-.




Como podemos intuir, el canibalismo sexual se trata de la muerte e ingesta de uno de lo miembros antes, durante o tras la cópula; siendo principalmente y casi exclusivamente devorado el macho. Este comportamiento no sucede en la totalidad de los individuos de las especies en las que se ha datado, existen ciertas variantes que lo propician o evitan.

Podemos observar similitudes en las especies que realizan canibalismo sexual. Estas son:
  • Pertenecen al Filo Arthropoda.
  • Suelen ser especies agresivas.
  • Presentan dimorfismo sexual, es decir, variaciones en la fisonomía externa entre machos y hembras de una misma especie. En este caso se trata de una variación de tamaño, donde la hembra es mas grande que el macho.


¿Cuál es la ventaja de este comportamiento?

Si pensamos en la supervivencia de la especie como norma en la naturaleza puede no parecer obvio el sentido de esta estrategia. Muchos etólogos han observado y estudiado este comportamiento y han llegado a varias conclusiones basadas en el concepto de selección natural y la supervivencia de una descendencia de mayor tamaño y número.

Maydianne Andrade, de la Universidad de Toronto, presentó en 2003 un estudio en el que afirma que los machos que mueren a manos de su pareja durante el apareamiento engendran proporcionalmente más descendencia que aquellos a los que la araña decide no comerse.
Varios estudios han demostrado que las hembras que han saciado su hambre muestran en menor medida este comportamiento y que además el tamaño y número de su puesta aumenta cuando suplen estas necesidades nutricionales. Podemos deducir de estos hechos que el canibalismo sexual es una práctica que favorece a la descendencia y, por tanto, a la supervivencia de los genes del animal que lo practica.

Cuando el canibalismo sucede antes del coito lógicamente no hay fecundación, este hecho halla su explicación en la selección natural. La hembra elige al macho que le dará una mejor descendencia, el resto de pretendientes que llegan en su época de reproducción buscando la transmisión de sus genes serán devorados para mejorar la progenie con su futura elección.

Larvas de la mantis
Larvas de la araña


Como ya hemos dicho, la muerte del macho no se da en todos los casos. Existen ciertos factores que influyen en su supervivencia.
  • Si la densidad de población masculina es reducida, es decir, hay pocos machos por unidad de superficie. Esa población no puede correr el riesgo de perder mas individuos.
  • Si, como hemos mencionado, la hembra está saciada. Las necesidades nutricionales de esta se verán reducidas y será necesaria la ingesta del macho. Este hecho ha sido datado en experimentos con mantis que habían sido alimentadas, la supervivencia de los machos en ese caso aumentó.
  • En el caso de algunas arañas, si el macho posee las condiciones necesarias para una mejor progenie, es decir, si es el macho elegido para esta disminuirá la posibilidad de ser depredado.
  • Si la hembra es mas “dócil”. Esto puede venir determinado por la misma naturaleza de la especie que tratemos.

Durante su época de reproducción, las hembras segregan feromonas de forma natural para atraer a los machos, estos acuden a esta “llamada” y, según diferentes variables -entre las que cabe destacar la especie con la que tratamos-, puede producirse o no tres tipos de canibalismo.
  • Canibalismo pre-cópula. Con este la hembra está ejerciendo la elección de pareja para su puesta, de no ser la elegida y/o no encontrarse saciada para su reproducción, la hembra devorará al macho antes de ser fecundada.
  • Canibalismo durante la cópula y post-cópula. En el que la hembra devorará al macho y, además, será fecundada por él. De esta forma asegura una puesta de mas número y peso.

El tipo de canibalismo que practican viene determinado por diferentes factores, la especie a la que pertenecen los individuos influye en ello. En la clase Arachnida se ha observado el uso del canibalismo pre-cópula como método de elección sin embargo, en el género Mantis es conocido el canibalismo durante la cópula, en este la hembra consume primero la cabeza evitando dañar las zonas del sistema nervioso encargadas de la reproducción. Estos datos no pueden generalizarse, las especies tratadas no siempre practican este canibalismo y no podemos hablar de un tipo de canibalismo de forma generalizada para cada una.
En el siguiente vídeo podemos observar la práctica del canibalismo durante la cópula en la mantis:




Los machos de estas especies han desarrollado numerosas estrategias para evitar ser comidos. La selección de hembras recién alimentadas y/o de pequeño tamaño disminuirán el riesgo de ser depredados. La elección de hembras de pequeño tamaño le dará la posibilidad de defenderse si la ocasión lo requiere.
Además, en arañas se ha podido observar que los machos tienden a buscar a la hembra durante el día, siendo la noche una mala elección para cortejarla. La explicación es simple: la hembra muestra mayor agresividad por la noche y las posibilidades de ser depredado en ese momento son mucho mayores.
En algunos casos como los machos de viuda negra, estos enredan a su pareja con hilos de seda poco antes de aparearse, de manera que puedan limitar los movimientos de ataque de la hembra.

Debemos tener en cuenta en todo momento que no estamos hablando de seres humanos, las especies tratadas responden a instintos primarios -de depredadores- y a estímulos químicos y físicos, por tanto, no debemos intentar buscar ética o moral en sus actos.

Fuentes
http://www.world-science.net
AAAS SCIENCE